sábado, 21 de febrero de 2009

¿CÓMO EDUCAR A LA GENERACIÓN "N"?

INSTITUTO LATINOAMERICANO DE LA COMUNICACIÓN EDUCATIVA

CENTRO DE ESTUDIOS EN COMUNICACIÓN Y TECNOLOGÍAS EDUCATIVAS



MAESTRIA EN COMUNICACIÓN Y TECNOLOGÍAS EDUCATIVAS
MÓDULO DE PSICOPEDAGOGÍA


Alumno: Felipe de Jesús Echeveste Zavala

Tutora: Nadia Gabriela Garibay Rendón

Grupo 02
Sede: Centro de Educación Continua a Distancia 2

fecheveste0502@cecte.ilce.edu.mx

ENSAYO 1



9 de febrero de 2009

¿CÓMO EDUCAR A LA GENERACIÓN “N”?

Resumen
La generación N es una resultado histórico de la globalización y es un producto del mercado, su manera de asumirse la coloca ante la opción de vivir alienada e ignorante de su realidad social y de su entorno cultural, aunque aprenda a manejar las nuevas tecnologías informáticas, o bien que a través de la educación pueda orientar su uso hacia fines formativos que le permitan una visión crítica de su mundo y un manejo racional frente a las mismas.

Introducción
Desconocía hasta hace poco este debate en torno a la generación N y la verdad que al momento de escribir esta breve reflexión no termino de asimilar muchas cosas. He repasado los artículos sobre todo del Dr. Ferreiro y el mapa mental que encontré en la redweb de Ramón Roener sobre uno de sus libros que habla del tema en cuestión, pero no alcanzo a hilvanar todavía algunas tesis que pueda defender y argumentar con certeza; además porque estas lecturas las cruzo con autores que asumen una actitud crítica frente a la globalización y las tecnologías informáticas.
Las descripciones psicológicas que hacen de la generación net me llevó a repasar mis referentes sobre este aspecto y compararlas con la revisión prospectiva que hacen muchos autores sobre la cultura mexicana y la psicología del mexicano, entre otros están Monsiváis, Lourdes Arizpe y Roger Bartra. Y finalmente no pude dejar a un lado a uno de mis autores favoritos, que es Eduardo Galeano, por su forma irónica, pero esclarecedora de abordar la realidad latinoamericana de nuestros días.
Todo lo anterior lo anoto porque no voy a comenzar esta reflexión de la manera clásica, es decir estableciendo de entrada una tesis para argumentarla más adelante sino, compartiendo estos primeros apuntes que sobre el tema he logrado eslabonar y creo que esto se vale, pues la certidumbre llegará después, en cuanto profundice en la información.
La tecnología se hace con fines de mercado y no con propósitos educativos.
De entrada debemos reconocer que la tecnología existe gracias a la producción de mercado. En su tiempo Carlos Marx señalaba que el capitalismo no puede sobrevivir sino a condición de revolucionar incesantemente las fuerzas productivas, la competencia entre las empresas y la conquista de mercados. Su meta es la ganancia y rentabilidad de sus negocios. La responsabilidad sobre sus acciones frente a la sociedad ha sido algo secundario.
En este sentido las fuerzas del mercado lanzaron una mercancía que ha transformado viejos usos y costumbres de la comunicación interpersonal. Superó a la televisión, la cual tuvo que integrar alianzas económicas estratégicas para no ser rebasada por la informática y la computación. Esta tecnología llegó para quedarse y para formar parte de nuestra cotidianidad y hábitos de vida; aunque estemos conscientes del daño que puede provocar su uso irracional, es prácticamente imposible hacerla a un lado, de hecho ya forma parte de nosotros. “La tecnología –reitera Monsiváis- es la verdadera religión contemporánea.” (2008: p. 22)
La llamada generación N es la que ha nacido en este contexto de revolución telemática y el neoliberalismo. No cabe duda de que son esos niños y jóvenes que crecieron con los juegos electrónicos hasta llegar ahora al uso frecuente de internet. Esta generación no conoce la utopía como aquellos que crecimos en los años setenta. Al parecer esta generación vive al margen de una conciencia política y de cualquier compromiso social más allá de su familia.
La generación N desconoce su realidad, vive en la alienación y es víctima del mercado; no obstante parecen tener toda las posibilidades de alcanzar una visión alternativa sobre el uso humanista de dichas tecnologías, por ser además quienes mejor las dominan, siempre y cuando se establezca con ellos un diálogo creativo y propositivo de una generación de adultos proclives a las mismas y tolerantes a sus formas de significar el mundo.
Arizpe nos proporciona algunos datos muy importantes sobre como ha crecido el uso de las TIC en nuestro país: “…en México se pasó de 94,000 usuarios de internet en 1995 a 21 millones en 2007; los usuarios de telefonía celular aumentaron de 64,000 en 1990 a 63.5 millones en 2007, y en el mismo lapso, las cuentas de correo electrónico pasaron de 0 a 20 millones.” (2008: p. 313)
Efectivamente como lo señalan los autores que repasamos, la generación N es una generación que esta atrapada en la red, pero que podemos luchar por construir usos y significados alternativos a los que el mercado, por su naturaleza, pretende imponer. Arizpe nos expresa su preocupación sobre este hecho, el cual puede dañar a nuestra cultura de manera irremediable, nos dice:
“…preocupa que los contenidos culturales en las industrias globalizadas describan solamente otros contextos. Como resultado, tanto ellos como el resto de las audiencias mexicanas reciben un fuerte impacto en imágenes, mensajes y manifestaciones artísticas que no reflejan su entorno inmediato ni los dilemas que enfrentan en éste, es decir, se pierde la indispensable reflexividad cultural sobre la vida local, comunitaria y nacional.
Esto es un empobrecimiento cultural…De ser un pueblo muy creativo, el mexicano quedará reducido a ser un consumidor pasivo de contenidos ajenos –excesivamente violentos en muchos casos- y, para colmo, de contenidos propios folclorizados y degradados.” (Arizpe 2008: pp. 325-326)
Esta reflexión ya nos orienta por donde debemos trabajar con los jóvenes, hacia dónde podríamos encauzar su búsqueda y su relación con internet.

El nuevo papel de la escuela pública
La escuela pública, sobre todo, de México, ha sido convidada ha compartir estos avances tecnológicos, más aún sigue rezagada. Como bien lo señala Monsiváis (2008: p.20): “no obstante la masificación de la enseñanza pública, los sistemas educativos no varían en lo básico porque la tecnología deja muy atrás a la pedagogía, además porque no hay suficiente dinero para la actualización tecnológica.”
Esto es real, en nuestro país desde el anterior gobierno se buscó integrar la escuela a la modernidad a través de la introducción de propuestas novedosas para un uso educativo de las tecnologías, lástima que no se dio la suficiente voluntad política para alcanzar ese logro. El proyecto enciclomedia, que comenzó en las escuelas primarias, al final abortó entre el escándalo y la falta de recursos para generalizarlo, era indudablemente una propuesta pionera, pues el software educativo que proponía representó una auténtica innovación, ojalá y con el tiempo pueda ser retomado.
En las escuelas telesecundarias del Valle de México, que son las que conocemos, también se desarrolló una propuesta de software educativo, que en el marco de la Reforma a la Educación Secundaria en el 2006, parecía interesante, pero también se diluyó y quedó reducida a unos videos con duración de cinco minutos para apoyar a las asignaturas y que los docentes vienen utilizando con cierto éxito. De hecho es aquí en telesecundarias donde el uso de las TIC con fines educativos se ha vuelto una realidad, que aunque incipiente aún, no cabe duda que puede alcanzar notoriedad si se sigue profundizando en la experiencia.
Ha sido en telesecundaria en donde hemos dado seguimiento al uso de internet con fines educativos y nos ha emocionado mucho el ver el potencial pedagógico que se puede lograr. El grupo de alumnos al que llevamos el seguimiento desde hace dos años sobre el proceso de implementación de la reforma, viene demostrando que se pueden inscribir creativamente para un uso racional, humano y creativo de estas tecnologías.
Recientemente estuvimos con ellos observando como se metían en la red para buscar canciones populares de su gusto a fin de armar su cancionero, como parte de uno de los proyectos de español del bloque 3. Su búsqueda estaba llena de significado y de gusto. Recuerdo que reté a una jovencita a que me encontrara una canción de un grupo popular de finales de los años setenta y para mi sorpresa la encontró casi de inmediato, esto le dio a la alumna una sensación de éxito y de que podía lograr muchas cosas.
Lo bueno del actual Plan de Estudios es que orienta la búsqueda. No se si esto ocurra de esta manera en las demás modalidades de secundaria, pero al menos en las Telesecundarias del Valle de México ya se logró que casi en el 100 por ciento de sus aulas se instale una computadora con internet, además de su aula de medios que en la mayoría de las 144 ya tienen.
En conclusión podemos decir que no podemos hacer a un lado las innovaciones tecnológicas, que aunque procedan del mercado y sus fines comerciales sean evidentes, estamos obligados a mediar con esa realidad y enfrentarla creativamente, insertándonos con los jóvenes sin discursos moralistas, sino con sensibilidad humana para comprender sus formas de significar el mundo y disponiéndonos a aprender con ellos y acompañarlos en una lectura alternativa de su entorno, es decir más crítica y más objetiva.

REFERENCIAS

Carlos Monsiváis. “Algunas aproximaciones a la cultura (si ésta se deja).” En: Toledo, F. y Florescano, E. (2008). Cultura mexicana: Revisión prospectiva, México: Taurus.
Galeano, E. (1998). Patas arriba. La escuela del mundo al revés. México: Siglo XXI.
Lourdes Arizpe. “Los retos culturales de México frente a la globalización”. En: Toledo, F. y Florescano, E. (2008). Cultura mexicana: Revisión prospectiva, México: Taurus.
Rogelio Díaz-Guerrero. “Psicología del mexicano”. En: Bartra, R. (2005) Anatomía del mexicano. México: Debolsillo.
Ramón F. Ferreiro. “El reto de la educación del siglo XXI: La generación N”. En:
http://www.udgvirtual.ugd.mx/apertura/num5/pdf/generacion_n.pdf.

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